Como pero se ha comentado, establecer planes de carrera que tengan en cuenta la formación continua de los empleados es una manera de aumentar su satisfacción lo que redunda positivamente en su motivación laboral. Los trabajadores que se sienten motivados tienden a ser mucho más productivos, lo cual resulta muy beneficioso para la empresa, que se vuelve mucho más competitiva, mejora su imagen y destaca frente a otras empresas del mismo sector profesional.
Los trabajadores se benefician de la formación bonificada al aumentar sus conocimientos, habilidades y rendimiento. De igual forma, los trabajadores se sienten motivados y aumentan su compromiso con la empresa.
Esto depende normalmente del tamaño de las empresas, como luego hemos comentado anteriormente, que se les aplica un porcentaje, excepto las empresas que tienen de 1 a 5 trabajadores que se les aplica una cuota de formación profesional con un crédito fijo de 420€ al año:
Este cuantía, que se conoce como crédito para la formación, depende de varios factores, como las dimensiones de la empresa. Otro autor que contribuye a determinar este cuantía es la cantidad que la empresa cotiza y paga a la Seguridad Social en concepto de formación de los trabajadores.
Proporcionar oportunidades de formación y de crecimiento profesional contribuye significativamente a mejorar el employer branding y incluso resulta benéfico para la Civilización empresarial.
Es importante que la empresa esté pendiente de ejecutar el crédito que le corresponde, pues estas ayudas no son acumulables ni se pueden recuperar.
Incluso existe la posibilidad de obtener financiación para los costes asociados a los permisos individuales de formación, es afirmar, para cubrir el coste del tiempo que un trabajador destina a prepararse.
Toda empresa dispone de un crédito anual que puede invertir en cursos bonificados para trabajadores. Si el proceso se lleva a agarradera de modo correcta, la formación puede llegar a suponer un coste 0 para la empresa.
En definitiva, recibe el nombre de formación bonificada debido a que la formación se bonifica a través de las deducciones a la Seguridad Social de la empresa.
Las empresas disponen de un incremento de crédito para financiar la formación de sus trabajadores afectados por un ERTE
Presencial: como su nombre indica es relevante que los participantes y el formador se encuentren de forma física durante toda la formación. No obstante, puede realizarse fuera de la empresa o en el punto de trabajo (conocido como formación in company).
Como trabajador/a contratado/a en régimen Caudillo puedes participar en los planes de formación de oferta (cursos de formación), que tienen como objeto cumplir con tus aspiraciones de promoción profesional y ampliación personal, que mejoran tus competencias y habilidades para el desempeño de una ocupación o para el paso a otros formacion bonificada sectores emergentes en los que se crea empleo y apoya la competitividad de las empresas.
A continuación te contamos qué cantidad le corresponde a tu empresa para ajar en cursos, según tu plantilla y en función de las cotizaciones por formación que hayas realizado el año precedente:
Se alcahuetería de cursos que están relacionados con un sector industrial determinado y que resultan gratuitos para los participantes.